martes, febrero 03, 2004
Veamos: ante todo tranquilidad. Analicemos la situacion.
Me encuentro sentado a una mesa y rodeado de gente. No recuerdo cuanto tiempo hace que estoy aqui ni como hice para llegar a este punto, pero es evidente por las caras de reconocimiento de los demas que ya llevo bastante tiempo.
Tengo en mis manos un pugnado de cartas con figuras y nombres que no reconozco. Creo que he jugado antes a este juego... miro lo que hacen los demas y trato de seguirles (alli donde fueras, haz lo que vieras, dicen en mi pueblo).
Poco a poco se va sucediendo la partida. Se ven buenas bazas y se suceden las conversaciones; la gran mayoria de estas pueden parecer triviales, pero el oido entrenado sabe sacar conclusiones y adivinar quienes de entre todos los presentes tienen una buena mano y tambien quienes juegan de farol.
En cierto punto nos acercamos a lo que reconozco como el cenit de la partida. Resulta un momento bastante especial; una especie de punto de inflexion en la noche. Me acomodo en mi asiento y vacio mi copa una vez mas. Me hubiera gustado tener a una guapa morena a mi lado dandome suerte como en las viejas peliculas de los 50, pero al final, hay apuestas que ni con escalera real.
Una jugada mas y tengo que desprenderme de dos cartas. Sigo sin poder enfocar muy bien la vista para poder ver la figura dibujada en el naipe, pero evidentemente, mis manos saben lo que tienen que hacer. Lo unico que veo de ellas es que estan marcadas: una J y una M. No cabe duda que me hicieron mucho bien hasta el momento, pero asi es el juego.
A cambio, me pasan otros dos naipes. Espero que me ayuden tan bien como lo hicieron las otras.
...per Julie e Muriel. Alcune cose non hanno bisogno di traduzione.